Quizás este sea el libro más difícil que he escrito, pues, durante el proceso creativo de la obra, era interferido por el doloroso recuerdo de su ausencia, que paralizaba mis manos y cuyo peso oprimía mi corazón, haciendo más dilatada la soledad que se acrecentaba con el paso de los días, junto con el silencio funesto que se habían apoderado de todos los espacios de la casa.
Quizás este sea el libro más difícil que he escrito, pues, durante el proceso creativo de la obra, era interferido por el doloroso recuerdo de su ausencia, que paralizaba mis manos y cuyo peso oprimía mi corazón, haciendo más dilatada la soledad que se acrecentaba con el paso de los días, junto con el silencio funesto que se habían apoderado de todos los espacios de la casa.